Tratamiento no invasivo del dolor de espalda
Rizotomías, infiltraciones peridurales (hiato sacro) y ozonoterapia.
El dolor del raquis lumbar y cervical es muy frecuente en la población en todos los segmentos de edad, constituyendo la principal causa de baja laboral en la actualidad y siendo un claro condicionante en la pérdida de calidad de vida del paciente.
Los tratamientos no invasivos se basan en el principio de agredir lo mínimo al paciente y sin embargo obtener la máxima efectividad en el tratamiento. Tras el estudio de cada caso, un porcentaje muy elevado de pacientes serán candidatos a estas diferentes técnicas infiltrativas que consiguen la remisión de sus síntomas, obteniéndose una recuperación de la actividad y de la calidad de vida del paciente, evitándose cirugías y riesgos de otros procedimientos.
Dichas técnicas se realizan en quirófano, bajo sedación y anestesia local, con una aguja bajo control radiológico y sin ingreso:
a) Rizotomías.
Una de las principales causas de lumbalgia es la sobrecarga de las articulaciones facetarias de la columna lumbar. Está demostrado que la aplicación de radiofrecuencia e infiltración sobre las terminaciones sensitivas que inervan dichas articulaciones consigue la remisión de la lumbalgia con alta tasa de éxito. La rizotomía clásica la obtenemos realizando dicha técnica a nivel L4-L5 y L5-S1, procedimiento que se realiza con tan solo 2 pinchazos en la zona lumbar bajo sedación.
b) Infiltraciones peridurales (hiato sacro).
Con frecuencia el dolor lumbar se irradia hacia las extremidades inferiores causando lo que comúnmente se denomina ciática, siendo la principal causa de ello la hernia discal. La infiltración tipo hiato sacro utiliza un solo pinchazo desde la zona sacra y bajo sedación, consiguiéndose la remisión de la sintomatología en muchos casos, evitándose cirugías de hernia discal con gran frecuencia, y evitándose los riesgos asociados a dicha cirugía. Además de la hernia discal tiene otras aplicaciones como en la estenosis de canal lumbar, fibrosis postquirúrgica…
c) Infiltraciones en contracturas cervicales (puntos trigger).
Ante la presencia de contractura muscular cervical, la infiltración de sustancias anestésicas y antiinflamatorias en el área de inserción muscular consigue la remisión de la sintomatología y la contractura con gran eficacia y mayor celeridad que el tratamiento clásico analgésico oral.
d) Ozonoterapia.
El ozono es un gas que mezclado con el oxígeno tiene un poder analgésico y antiinflamatorio, siendo muy útil ello en el tratamiento de las lumbalgias y ciáticas. La infiltración de dicho gas ya sea de forma paravertebral (se puede realizar en la misma consulta de traumatología) o intradiscal (se realiza en quirófano sin necesidad de ingreso), produce la disminución de la inflamación e irritación del nervio afectado y una mejor oxigenación tisular local, traduciéndose en una mejoría sintomática. Dependiendo del caso, se realiza en una sola sesión o se programa un ciclo de varias sesiones.
Todas estas técnicas tienen la ventaja de que tienen un elevado porcentaje de éxito, no cierran las puertas al tratamiento clásico, no son agresivas y disminuyen los riesgos, no precisan de ingreso hospitalario, y obtienen beneficios sintomáticos de forma rápida.
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